Nuestra historia

Todo comenzó allá por el 2010 cuando nos regalaron a Flecha, una husky siberiana de Francia que nos cautivó desde el primer momento por su belleza, energía e increíble nobleza. La cual era distinta a todos los perros que anteriormente habíamos tenido de razas mestizas pues, como decían mis vecinos, “sólo le falta hablar”. Siendo ella la responsable de este criadero y nuestra locura husky.

En 2012 adquirimos a Jazz (la actual ancianita), y desde entonces nos basamos en tres pilares fundamentales y reunidos a la perfección por ambas perras: amor, belleza y nobleza.

Aunque dejamos todo en pausa tras obtener un par de camadas de ellas, años después lo retomamos con mayores ganas, tiempo y experiencia; obteniendo reproductores de los mejores criaderos nacionales e internacionales, legalizando todo y acondicionándolo acorde a la legislación vigente, y formando una manada envidiable con mucho futuro.

“A lo largo de los años, hemos visto crecer a nuestros huskys y hemos compartido momentos inolvidables con ellos. Cada camada es una nueva aventura, y cada cachorro que encuentra un hogar nos llena el alma de orgullo y felicidad.”